En un recóndito rincón de las selvas tropicales húmedas, el majestuoso Psarocolius montezuma, conocido como la oropéndola de Moctezuma, tejía su historia en un imponente nido pendular.
Esta zacua mayor, nativa de América Central, deslumbraba con sus vuelos y su canto singular, como el murmullo de agua escapando de una botella.
Anidando en colonias monumentales, sus nidos adornaban altos árboles en un festín visual. Con sus cabezas oscuras y colas con bordes amarillos, machos y hembras compartían una hermosa similitud en este capítulo pasado de la naturaleza, revelando la magia de sus vidas en la exuberante región que abarca desde México hasta Panamá.

